jueves, 24 de febrero de 2011

Desde Gobierno Electrónico hasta Gobierno de la Información


     Hoy día el uso de las Tecnologías de la Información y la Comunicación ha alcanzado un importante nivel de penetración dentro de la sociedad, observándose su presencia en prácticamente todos los ámbitos. Bajo este contexto, el Estado ha modificado su cultura organizacional con la finalidad de prestar y entregar los servicios públicos mediante el empleo de los recursos que actualmente ofrece la tecnología y que se encuentran disponibles para la población en general, desde ciudadanos hasta las empresas y corporaciones. En este orden de ideas, cuando el Estado logra prestar sus servicios a través de medios electrónicos, específicamente computadoras o teléfonos inteligentes sirviéndose de la red Internet, cumpliendo con la condición de completar el proceso sin que sea necesaria la presencia del usuario en las oficinas del ente considerado, estamos en presencia del Gobierno Electrónico.

     Las posibilidades y los alcances para el gobierno electrónica son infinitos, gracias a los avances tecnológicos, prácticamente el límite está sujeto a la voluntad de los gobernantes, dirigentes y usuarios ante este cambio de paradigma. Desde los procesos sencillos hasta los más complicados y engorrosos, todos pueden ser simplificados y ser más eficientes mediante la implementación de las aplicaciones relacionadas con el gobierno electrónico. La carga directa de la información en las bases de datos y servidores de los organismos públicos por parte de los usuarios, en tiempo real las 24 horas del días, los 7 días de la semana, aunado a la capacidad de respuesta automática del sistema, reducen considerablemente el aparato burocrático estatal y aumenta de manera exponencial la capacidad de respuesta del Estado ante las demandas de la ciudadanía.

     A pesar de las indiscutibles ventajas que se derivan del gobierno electrónico, toda la data involucrada en los procesos de este sistema puede ser sujeta a un empleo más complejo y de mayor impacto a los fines de alcanzar los objetivos perseguidos por la política de Estado. En este orden de ideas, se logra maximizar la eficacia y eficiencia de la gerencia pública cuando se logra establecer una completa interacción entre las Entidades de Gobierno – Intermediarios – Actores de Gobierno – Ciudadanos, mediante el flujo multidireccional de la información suministrada por todos ellos, en la ejecución de los diferentes procesos que desarrollan como parte de la sociedad. En este caso, toda la información manejada por los organismos públicos, debe estar completamente entrelazada y al alcance por igual para todos los elementos integrantes de la sociedad, para servirse de ella en la ejecución de los diferentes procesos gerenciales que sigue tanto el Estado como las empresas privadas en el marco de su funcionamiento, sin dejar a un lado al ciudadano común que igualmente puede mejorar significativamente su calidad de vida al emplear estos recursos en su constante interacción con el resto sociedad.

     Considerando las ideas anteriormente expresadas, se derivan los siguientes axiomas en relación al gobierno electrónico y gobierno de la información:
1.      Para que un Estado pueda implementar el gobierno electrónico, debe haber gobernabilidad.
2.      No existe gobierno de la información sin la preexistencia del gobierno electrónico.

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